Arlette Bazúa

Nací en la ciudad de Guadalajara Jalisco, México, el 21 de enero de 1983 en una familia que no conocía el evangelio.

Mi madre recibió a Jesús en un estudio de la IBG con Carol Landis y unos años después Carol y su esposo fueron a nuestra casa para compartirle el evangelio a mi papá y ahí manifestó aceptarle, yo era muy pequeña, tenía sólo dos años.

Cuando mis padres trabajaban, una señora cuidaba de mí, su nombre era Chelito Renteria. Un día no me llevaron con ella y después de varios días la extrañaba, así que mi madre me dijo que estaba enfermita y la visitamos por petición mía, cuando llegamos ella estaba acostada en su cama, sus hijos llorando alrededor de la cama (ella acababa de fallecer), pero yo no entendía por qué lloraban, por lo que pregunte a mi mamá:

-¿Por qué lloran?

y ella me respondió que no me preocupara, que Chelito estaba dormida.

En el entierro todos recuerdan verme llorar al ver que la sepultaban, así que durante la noche, cuando ya era hora de dormir, yo no quería dormirme porque pensaba que también me enterrarían de la misma manera.

Mi mamá aprovechó para explicarme en ese momento sobre el tema de la muerte, mi condición como pecadora y que ese pecado me separaba de Dios, me habló de lo que hizo Jesús por mí, que tomó mi lugar, que la sangre que derramó me limpia mi pecado pasado, presente y futuro, su muerte y resurrección dándonos la victoria de saber que podemos estar eternamente con Él.

Una bella esperanza para una niña de dos años y medio. Esa noche recuerdo que después de hacer varias preguntas pude conocer a Jesús como mi salvador y entender lo que hizo por mi.

Crecí congregándome en una iglesia cristiana llamada Iglesia Bíblica Ciudad del Sol, una iglesia donde pude conocer más de la biblia, ahí fui discipulada por diferentes personas y pude aprender a ser una mujer que ama a Dios y deseaba conocerle más y más.

Cuando terminé la preparatoria estaba decidiendo entre ir a la universidad o ir a estudiar a un instituto bíblico y opté por ir al instituto en Palabra de Vida Argentina en el año 2002.

Ahí estudié la Biblia durante 4 años y Dios me permitió conocer a quien ahora es mi esposo, Marcelo Vásquez Zanabria. Él y yo fuimos compañeros de clase y pudimos formar una linda amistad, él es de Santo Domingo de los Colorados, Pichincha, Ecuador.

Vino a México para conocer a mi familia y pasar un tiempo juntos y regresó a Ecuador por un periodo de tiempo. Después regresó y nos casamos en México el 7 de Julio del 2007 y después de 6 años de casados buscando bebé Dios nos regaló un hijo que actualmente tiene 8 años, su nombre es Josías y deseamos que él cada día de su vida crezca amando a Dios sobre todas las cosas. Doy gracias a Dios por su vida y el regalo que me dió de ser madre.

Regresando del Instituto Biblico, saqué la Licenciatura en Educación Preescolar y trabajé 14 años, inicié como maestra auxiliar y terminé como docente en un colegio cristiano enseñando español como segunda lengua a niños extranjeros, fue un tiempo hermoso, donde podía hablarles de Jesús. A la par fundé Ambar Librería Cristiana, la cual continúa hasta la fecha del día de hoy.

Durante la pandemia y las clases en línea oré por dirección de Dios para tomar decisiones referentes a lo laboral y decidí renunciar al colegio y desarrollar un negocio de redes de mercadeo que se llama Immunotec, la razón fue porque evalué mis prioridades y necesitaba tener más tiempo para ser la mujer que Dios quiere que sea dentro de un hogar cristiano y a la vez poder seguir apoyando económicamente a mi familia y al mismo tiempo suplir a mi familia con un producto alimenticio para mejorar el sistema inmunológico.

Actualmente estoy felíz de poder servir a mi esposo Marcelo, a mi hijo Josías de 8 años, mi hogar, nos congregamos en Iglesia Vida, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco y también doy gracias a Dios de poder servir a Dios por medio del ministerio de Meditaciones al Corazón.